lunes, 20 de mayo de 2013

Carta de despedida.

Es increíble cómo se pasa el tiempo, a veces es triste, porque se va; no le importa si te dio tiempo de hacer lo que debías, simplemente sigue corriendo, sin que podamos detenerlo y observar detalladamente las cosas, a las personas que nos rodean, con quienes compartimos esos momentos que yacen en el recuerdo, y éste se va para no volver.
Estos tres años con ustedes, compañeros, me enseñaron muchas cosas, cosas  que creo que la mayoría recordaremos siempre. Lo más importante que descubrí a lo largo de la secundaria, es que hay que valorar todo lo que poseemos, sobre todo a quiénes tenemos como amigos, pues nunca sabemos si el día de mañana no estarán con nosotros, o si dejaremos de verlos, dejaremos de hablarles y perderemos  la oportunidad de seguir conociéndolos. En parte aquí, es distinto, pues muchos formamos un lazo de amistad único, convivimos riendo, llorando, estudiando y esforzándonos día con día, todos formando nuestras calificaciones, que son las que hoy, darán sus frutos para pasar a otra etapa diferente, para dar un gran salto y poder seguir avanzando.
Durante nuestro transcurso, llegaron personas nuevas a nuestras vidas, y también hubo quienes no pudieron seguir con nosotros, pero dejaron muchas cosas para recordarlos, momentos de esos que sabes que nunca podrás olvidar. Y aunque honestamente no conviví mucho con ellos, hubo quienes sí, quienes hoy en día aún tienen contacto con ellos, y eso es algo muy bueno, pues los amigos son esos consejeros que nos apoyan y acompañan en nuestras vidas, quienes le dan más sentido a ella, y hacen que nuestros  días sean más alegres. En segundo año llegaron compañeros nuevos, personas nuevas, diferentes, únicas y especiales, quienes se hicieron también nuestros amigos, con quienes pasamos un año más, de logros y triunfos, aunque debo reconocer, que también hubo fracasos, momentos tristes, de dolor y decepción, pero logramos salir adelante, como lo hacemos siempre.
Todo cambió en éste año, pasamos por muchas cosas, algunos se unieron más, con otros pasó lo contrario, se fueron personas y llegaron otras, nadie pudo evitarlo, y todo esto, sabiendo que era nuestro último año en la secundaria. Vivimos experiencias nuevas, diferentes y únicas en la vida, clases aburridas, interesantes e inolvidables, maestros con personalidades y carácter peculiares, recesos únicos, momentos especiales,  son el tipo de recuerdos que quedarán en nuestros corazones.
Éste ciclo escolar fue un reto, para algunos no lo fue tanto como para otros  pues tuvimos que seguir esforzándonos para obtener los resultados que queríamos, cada quien sabe el trabajo y esmero que puso para obtener una buena calificación. Tal vez para algunos fue más difícil de lo que pensaban, pues los últimos bimestres fueron un tanto pesados, y para ellos no habrá la oportunidad de continuar en el CENHCH, tal vez otros decidan seguir su camino en otra escuela, tal vez algunos dejemos de vernos, pero a pesar de esto, no estoy triste ni mucho menos preocupada, porque no pude pedir más, tuve al mejor de los grupos, y estoy muy agradecida por eso. Conocí personas nuevas, quienes se hicieron mis amigos, pude convivir más con algunos de ustedes, me dieron la oportunidad de conocerlos más como grupo y como personas. Les agradezco a todos, por una vez más hacer de éste ciclo escolar, un año para recordar, un año que tuvo momentos y emociones de todo tipo, un año para concluir nuestra secundaria, esta etapa que a mi parecer, fue maravillosa.

-Atentamente Alitzel Melgarejo Chávez.

Primer año

Algo para recordar.

Como corre el viento, corren los años. Cada experiencia única, cada momento que marcó nuestras vidas. Suspiros, lágrimas, travesuras, aquellos que algún día contaremos y recordaremos como un grandioso capítulo que hace algunos años abrimos y que el día de hoy cerramos. Sueños realizados, metas por cumplir, otras concluidas, secretos ocultos, cosas por conocer y descubrir, risas a morir. Vivencias que pasamos juntos, especiales, inigualables, las mejores.





Dicen que todo pasa por algo y ese "algo" con ustedes son de las mejores historias, con quienes he aprendido mil cosas y convivido día a día, ahora son parte de mi vida, somos como hermanos, crecemos juntos, somos uno mismo. 


Cómo olvidar nuestro primer año en la secundaria, cuando nos conocimos, hicimos nuestras primeras amistades, algunos conocieron a su "primer amor", aquel enorme giro en nuestras vidas, cambios de blanco a negro, de arriba abajo, un nuevo camino, una nueva vida. 



Aquellas clases odiosas de matemáticas, donde solo jugábamos ajedrez, éramos regañados día tras día, esa vez que vio a dos de nuestros compañeros con un inocente beso y se causó todo un lío  incluso cuando hicimos llorar a esa maestra que al día de hoy agradecemos quizá no por las cosas que debía enseñarnos sino por esas risas inolvidables que provocaba en nosotros sin ser eso lo que ella buscaba. La clase de Español, las mejores, tan divertidas como una fiesta, todo era un juego. Los aviones de papel en la clase de Geografía que nos hacían imaginar como si diéramos la vuelta al mundo entero en ellos, cambiamos 3 veces de maestros, era extraña la clase cada maestro daba cosas diferentes y nunca entendíamos nada porque ninguno terminaba bien los temas, incluso nos quedamos sin esta clase medio año, ese tiempo que aprovechábamos para hacer mil travesuras, como cuando escribieron en el pizarrón nombres de muchos videos, mientras otros dibujábamos cosas sin ser algo en específico, o aprovechábamos dicho tiempo para tomar un sin fin de fotos con nuestros amigos, fotos tan graciosas cual payaso en pleno espectáculo. Historia, ni hablar tan difícil como brincar de un gran barranco, esos exámenes tan complicados que arruinaban nuestros viernes, o sus trabajos tan laboriosos que viendo el lado bueno nos hicieron visitar museos e iglesias, conocer nuestra cultura, hasta intentar hablar en otro idioma acerca de lugares coloniales de nuestro estado. Ciencias también fue muy divertida independientemente de que cambiamos de maestra 2 veces, sin embargo nuestra segunda maestra fue la que se encargó en mayor parte de nosotros, sus clases de educación sexual en biología con la maestra diciéndonos ‘’Chamacos australopitecos’’ como forma de reprensión cómica cada que alguien hacía una travesura y todos reíamos sin parar de su peculiar forma de compararnos en compañía de su incomparable voz. Tutoría la mejor clase de todas, el espacio necesario y perfecto para jugar como pequeños niños sin control, reír, correr, saltar, esconderse, patear un balón, convivir con la naturaleza, bajar a los viveros y descansar de las tediosas clases. 





Esos primeros regaños, risas sin sentido y sin parar, desde ahí formamos un gran lazo como grupo, como amigos, como familia. 

Nuestros bellos convivios, nuestro primer "día del estudiante" tan loco cual el amor, nuestra primera elección de planillas del comité de alumnos, conocer qué es eso del concurso para "la reina del día del estudiante" de nuestra escuela, mil cosas nuevas para nosotros, cambios por doquier en todos los aspectos, en nosotros, en nuestras vidas cotidianas, los maestros, todo era nuevo. Promedios perfectos, esfuerzos, logros ganados, 7 primeros lugares al mismo tiempo dentro del salón, sucesos inolvidables. 


En fin nuestro primer año juntos fue el mejor de todos, y a pesar de todas las cosas que vivimos puedo decir que lo disfrutamos mucho y que si pudiera regresar el tiempo no cambiaría absolutamente nada, fue maravilloso, sin duda fuimos el mejor grupo de todos


Segundo año

Así fue como el segundo año comenzó, como de costumbre, en una oscura mañana de septiembre reencontrándonos con todos nuestros compañeros y amistades en este nuevo año lleno de alegrías y momentos que recordaremos.





Tal como lo es cuando nos enteramos que la maestra Martha sería nuestra tutora y tendríamos nuestro salón en el lugar menos deseado, no parecía una buena noticia, pero con el paso del tiempo, comenzamos a tomar cariño por nuestra maestra hasta convertirse en una consejera y amiga para algunos, momentos como en los que los varones intentábamos sonsacar al profesor Ubaldo para salir a jugar fútbol dándonos un respiro de su asfixiante materia que era historia, los regaños y peculiaridades de cada uno de nuestros maestros, como la voz de la maestra Blanca tornándose en regaños que nos servirían para mejorar nuestra conducta y destreza en la clase de educación cívica y ética, las complicadas explicaciones del profesor Joel que invitaban a los alumnos a no volver a abrir un libro de física en su vida, sin embargo al final supo cómo buen maestro sacar al grupo adelante y hasta algunos de nuestros compañeros tomar interés por la física. Imposible olvidar el día de las madres, cuando en clases de arte nos preparamos para cantar en coro, crear nuestros actos algunos con coreografía incluida, y hasta una presentación de violín.






Nuestra excursión a Pachuca, Hidalgo, de la cual era obligatorio entregar un reporte a la buena maestra Blanca, aun así fue un viaje en el que nos divertimos muchísimo. Difícilmente olvidar los momentos tan divertidos cuando el segundo ‘’I’’ lanzó su planilla a elecciones, no todo fue color de rosa, también pasamos por situaciones de preocupación, momentos difíciles, pero siempre permanecimos unidos, con la fractura de clavícula de María José por ejemplo, en donde la apoyamos hasta mejorarse. Muchos compañeros tuvieron que abandonar el grupo, pero continuamos siendo algunos muy buenos amigos. Recordaremos con nostalgia siempre esas locas y divertidas aventuras que vivimos en nuestro segundo años en la escuela secundaria.


Tercer año

El último adiós.

Entramos a nuestro último año de este capítulo, no recordamos días, recordamos momentos, esos buenos, y esos malos, esos que nos hicieron vibrar, llorar y reír… Empezaba un nuevo ciclo escolar, una nueva etapa, mil sentimientos recorrían nuestro cuerpo, sabíamos que sería difícil que habría cambios drásticos, inimaginables, por un lado estábamos felices, felices de entrar a tercero de secundaria, de aprender cosas nuevas, de conocer a nuevas personas, pero por el otro nos perseguía un miedo, un sentimiento extraño al saber que muy pronto abandonaríamos esta, nuestra segunda casa, y del mañana, de que pasara de ahora en adelante. Con algunas personas ya teníamos amistad, con otras tal vez no, entraron nuevos compañeros, salieron otros, conocimos la mayoría a nuestro “primer amor” ese en donde sentimos que el corazón se nos salía, dejamos de interesarnos en algunas cosas, cambiábamos constantemente, cada uno de nosotros empezó a conocerse más, empezamos a abrirnos a la vida y a lo que trae esta consigo, vivimos muchos cambios tanto físicos como psicológicos, por momentos estábamos estresados con las tareas y exámenes, por otros tranquilos y emocionados cuando hacíamos trabajos como el “globo de cantoya” que se presentó en clase de historia, todos reíamos, unos con otros ,a algunos si les funciono ,a otros no, pero fue una experiencia muy divertida, como estas hemos tenido muchas como cuando fuimos a six flags, la mayoría del grupo no fue, pero los que fuimos nos divertimos y regresamos a contarles a nuestros compañeros y amigos todas nuestras aventuras, intentamos subirnos a muchos juegos, pero eran demasiados, regresamos a las 11 de la noche a Puebla, y
al día siguiente todos teníamos que ir, pero nadie fue, nos regañaron mucho pero siempre hemos sido así, un grupo muy unido.


Algunos han encontrado entre los pasillos al amor, la amistad, otros se han ganado el respeto y la admiración  de sus compañeros como cuando fue  la olimpiada del conocimiento, donde asistieron  varias personas de otros centros escolares, les hicieron una pequeña ceremonia y mi compañero Carlos Rill García  participo, lamentablemente no gano, pero fue una experiencia inolvidable tanto para el como para todos nosotros.



Hay historias en cada lugar de esta escuela, momentos que ingresaran a partir de ahora al baúl de los recuerdos y formaran parte de nuestra vida, momentos que no se van, se quedan para siempre como el de un  6 de Octubre, cuando  algunas niñas se postularon para reina de la primavera, Vivian, una compañera de nuestro salón, hermosa por dentro y por fuera se postuló, fue muy divertido, no gano, quedo en segundo lugar pero lo disfrutamos y lo recordarnos porque sin duda todas las que participaron fueron ganadoras, porque todos somos bellos a nuestra manera y cada uno tiene detalles especiales.


También hubo momentos en donde el honor y el reconociendo fueron los valores más destacados, por ejemplo el desfile del 5 de Mayo, donde  algunas tuvieron la fortuna de desfilar, otras no, pero pudieron verlo por televisión o incluso fueron a apoyar a las que sí lo hicieron, esas experiencias no se olvidan, representar a tu escuela en un evento tan importante sin duda alguna es de las mayores satisfacciones que alguien puede tener.


Como siempre suele suceder, todos tenemos diferentes puntos de vista, y ese día fue la ocasión para sacar a flote nuestras opiniones y argumentos, el día que nos informaron que se instalaría una MEGA rueda de la fortuna, en las instalaciones del Centro Escolar, todos estábamos muy consternados, maestros, padres de familia, ex alumnos, todo era algo inesperado, un grupo de chicos se revelo fuertemente, hicieron carteles, subieron fotos a redes sociales, otros simplemente no asistían a las reuniones, finalmente no realizo este proyecto pero fue un momento que nunca olvidaremos…  la destrucción del C.E.N.H.CH.



Son tres años, tres años que transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos, que se diluyeron entre la tierna travesura de un niño y  la consiente rebeldía de un adolescente, cada uno fue haciéndose más fuerte y más capaz a la hora de hacer exámenes, trabajos y proyectos a lo largo de este ciclo escolar.



Pasillos que fueron cómplices de todas nuestras andadas, como cuando alguien tropezaba y todos reían, o esos pupitres que soportaron nuestro temblor antes de un examen de Historia, pizarrones que ahora son testigos de nuestras capacidades, aquellos maestros que nos hicieron reflexionar, o aquellos que no fueron mucho de nuestro agrado, pero todos y cada uno de ellos no enseñaron muchas cosas, ¿Quién no recuerda alguna regañina del profesora de matemáticas? ¿Quién no recuerda un examen en el que tuvo que echar un vistazo al examen del compañero? ¿Y aquellos días en los que perdíamos clases, porque nos íbamos de excursión? ¿Y los castigos  en clase por culpa del hablador? ¿A quién no lo castigaron a copiar 100 veces “no volveré a hablar en clase”? Son los pequeños momentos que permanecen grabados en la memoria de todos nosotros
Finalmente, estos son algunos de los muchos momentos que hemos vivido juntos, algunos buenos y otros no tanto, todos y cada uno de ellos estará en nuestro corazón, por siempre y para siempre.





Autobiografías

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#2 Andrés Archundia Tejeda      *
#3 Vivian Avalos Serrano
#4 Maria Fernanda Hugett Ayala Parra      *
#5 Carlos Erubiel Baez Jaramillo
#6 Noemí Bernal rangel 
#7 Diego Bonilla Coeto      *
#8 jacqueline brito muñoz 
#9 Susana Cambrón Moreno
#10 Xadani Gisela Cuevas Reyes
#11 Ana Fernanda Delgado Briones
#12 Alejandro Flores Gómez      *
#13 Carlos Saúl Flores Parada
#14 Salim Hamir Gali Flores
#15 Ángel Alberto García López 
#16 Mauricio Gomez Andrade      *
#17 Daniel Gómez Arellano
#18 Jeniffer Yuritzi Gomez Morales
#19 Alejandra Dalila Gómez Tonacatl
#20
#21 Lucero Mishell Guadarrama Marcial
#22 Emilio Khalil Guerrero Escobedo      *
#23 Aranzazu Regina Hernadez Cabrera      *
#24 Yazmín Hernández López
#25 Karla Estefany Hernández Martínez
#26 Rosa Alejandra Herrera Ramos
#27 Alexis Juárez Cruz
#28 Cruz Macuil Perez    *
#30 Lizzete Daniela Márquez 
#31 Alitzel Melgarejo Chávez
#32 Rahab Amisadai Morales Flores
#33 Alexis Murillo Corona
#34 Maria Jose Ortiz Hernandez      *
#35 Isaac Pérez Sánchez      *
#36 Diana Perez Vasconcelos
#37 Lillian Quintero Mármol González
#38 Daniel Ramírez Morales
#39 Carlos Rill García
#40 Mabel Aileen Salgado Núñez     *
#41 Carlos Iván Sánchez Huesca     *
#42 Lorena Tolentino Pastrana
#43 Jasiel Aldair Vicente Lucas     *
#44 Alfredo Villegas Vázquez
#45 Valentina Zermeño Cruz     *

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